ENCANTO DE UNA ANTORCHA
ENCANTO DE UNA ANTORCHA
Preciosura mía, que con tu alma blanca por los extensos llanos
Llevas del nono el lema a amigos y hasta a extraños,
Te envío mis bendiciones para que te acompañen
Y se abran tus caminos cuando el zenit te bañe.
Irán contigo la espuma y las garzas y otras cosas,
(Porque muy calladita yo escondí aquí las rosas),
Contigo irán los anhelos de ese pueblo que aguanta
Hasta que tú lo despiertes con voces de esperanza.
Hoy llevas tú la antorcha de la libertad brillante
Que jamás se disipó, aunque se vio menguante.
Hoy tus ojos encienden el alma de los vivientes
Y se despereza América con sus tambores rugientes.
Preciosura de mi vida, orgullo de tu tierra,
Ansío entre tus manos posar mi cara tierna,
Mientras me hablas de hazañas que encontraste al camino,
Al hablar sin temor, como lo hacen los niños.
Que se despierte América es lo que estás logrando,
Que se oiga una sola voz en ciudades y en campos,
Que las arcas llenas se queden en ese pueblo que tanto
Lucha por lo que es suyo, aunque le cueste hasta llantos.
Qué hermoso estar contigo, aunque sea en mi mente,
Viendo cómo tú enseñas del pasado al presente,
Viendo cómo contagias a nuestros pueblos hermanos
De ese amor de saberse libres y soberanos.
¿Es un poema de amor? ¿O es delirio hecho canto?
No sé si hallarás respuesta en mis ojitos francos,
Solo sé que de orgullo, por ti, estoy volando,
Mientras que, tranquilita, aquí te sigo esperando.
© Karina Gálvez 2011